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HdS: flagela su ego

Publicado: 2015-05-01

La última vez que escribí acerca este personaje, el entonces director de este diario (agradecido ex empleado del ILD) me botó. Era febrero del 2007 y había mandado mi columna con anticipación desde Sepahua (Bajo Urubamba) pues estaba realizando una consultoría al BID sobre el uso del canon gasífero y el FOCAM que habían realizado las municipalidades y los gobiernos regionales. “Te prohíbo que escribas sobre HdS” me ladró a mi retorno de una travesía que incluyó viaje en peque-peque desde “Las Malvinas” a Pucallpa. No le hice caso. No creo en intocables y me corro el riesgo de nuevo.

Sucede que HdS está en plena campaña mediática a nivel nacional (¿dónde no es tratado con pleitesía si quien lo entrevista -o su jefe- ha sido miembro del staff de comunicaciones del ILD?) e internacional.

En el frente interno, toma la causa de los mineros informales y retoma temas que desencadenan en el “Baguazo” (5 junio 2009). En el frente externo, se lanza a la yugular contra el economista marxista de moda, Thomas Piketty, lo que no es difícil pues su mensaje sobre la concentración de la riqueza inter-temporal se hace sobre bases de datos que no tienen nada que ver con nuestras realidades y muestra una incomprensión del mismo proceso schumpeteriano de “creación destructiva” (¡los ricos de ayer no son los ricos de hoy! Menos en la actual globalización).

Para el frente interno retoma las ideas expuestas en “El Otro Sendero” (escrito con Enrique Ghersi y Mario Ghibellini según lo ha ratificado INDECOPI): tenemos un claro caso de derechos de propiedad. Pero en este caso, los derechos de los mineros informales/ilegales no se pueden anteponer a los derechos de los propietarios de la superficie y a quienes han obtenido un derecho minero. HdS tiene inocultables intereses electorales pero la masa no siempre tiene la razón.


Escrito por

Miguel E. Santillana

Economista, docente universitario, consultor de empresas y periodista.


Publicado en

La esquina del oso

un blog de Miguel E. Santillana