#ElPerúQueQueremos

Me queman el barrio

Publicado: 2015-05-09

Nací en la primavera del 66 en el hospital John Hopkins de Baltimore Maryland. Viví hasta los cuatro años en el edificio al frente de la entrada principal del hospital (North Broadway Avenue). Mi padre hacía su doctorado en cirugía en esta prestigiosa universidad. Mi madre se aburría aprendiendo inglés y cuidándome. Eso de esperar a mi padre a altas horas de la noche fue siempre motivo de sospecha. Para que tenga ayuda, trajeron a Adela para que sea mi ama (hoy es enfermera en Chilca y mantengo contacto con ella y toda su familia)

Eran los días de la Guerra de Vietnam, la lucha por los Derechos Civiles, los hippies y el “flower power”, el inicio por la preocupación por el medio ambiente, los cuestionamientos a la bases mismas del sueño americano y la moral, la terca defensa del consumidor de Ralph Nader, se leí con fruición a los nuevos grandes de la literatura norteamericana (borrachos, coqueros, heroinómanos mejor). Mis padres tomaron la decisión de volver a un Perú convulsionado por el Gral. Juan Velasco Alvarado y el Gobierno Militar de la FFAA.

A mi padre se le presentó una segunda oportunidad para volver al John Hopkins. Era 1974, ya estaba en el colegio Markham de Lima. Volvimos a vivir en el mismo edificio en North Broadway. Tenía que ir al colegio y me inscribieron en uno que era cerca del departamento. La novedad para mí era que todos mis compañeros de clase eran afro-americanos. Aprendí lo que era el racismo, el bullying y defenderme a puños. No bastaba para ellos que cantara la lealtad a la bandera todas las mañanas, era parte de quienes habían esclavizado a sus ancestros. Eso de Perú sonaba muy exótico. Había mucha rabia contenida pero también muchos complejos. El colegio queda en el epicentro de la revuelta de Baltimore, los comprendo pero no comparto la barbarie.


Escrito por

Miguel E. Santillana

Economista, docente universitario, consultor de empresas y periodista.


Publicado en

La esquina del oso

un blog de Miguel E. Santillana