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20 años de Evangelium vitae de Juan Pablo II

Publicado: 2015-08-05

En marzo de 1995 se publicó la Encíclica Evangelium Vitae pues para Juan Pablo II “la vocación humana estaba en peligro”. Una de las grandes paradojas del s. XX es el contraste entre las inmensas posibilidades de proteger la vida y el frío desdén por la misma.  

Para la Iglesia nadie es dueño de la vida. Si se acepta que algunos pueden disponer de la vida de otros se consagra de hecho la libertad de los fuertes contra los débiles, se acepta el ejercicio pervertido del poder y se falla a la sociedad humana.

Los DDHH se han prostituido a tal nivel que quienes se manifiestan en contra de la pena de muerte, defienden el aborto y la eutanasia. Tiene derechos aquel que es capaz de quejarse. ¿Lo puede hacer el embrión, el nacido con discapacidad o el moribundo inconsciente?

El mundo vive de la apariencia, las sensaciones y el espectáculo; a lo que Juan Pablo II denominó “la libertad absoluta en clave individualista”. Su expresión más refinada se manifiesta en un poder absoluto sobre/contra los demás. El ejercicio de la libertad política en una democracia sólo tiene sentido si por ella se busca cautelar y promover los derechos del hombre. Lo auténtico de mi libertad se mide en la forma en que ella promueve la plenitud y la libertad del otro.

El tema del aborto empezó con el “aborto terapéutico”, luego se planteó el “derecho al aborto” de la mujer, se continuó con el aborto como medio de control aceptado de la natalidad y finalmente a la justificación del infanticidio. ¡De ahí a la eliminación de los inválidos hay un paso!

La conciencia cristiana educada en la fe rechaza el aborto, el homicidio del inocente y la eutanasia. Las ideas fundamentales de la Iglesia no se negocian, no cambian por modas. Las tomas o las dejas. No son un menú.


Escrito por

Miguel E. Santillana

Economista, docente universitario, consultor de empresas y periodista.


Publicado en

La esquina del oso

un blog de Miguel E. Santillana